Este verso es
para tus ojos
Redondos
de ellos
me despojo
Para verlos de nuevo,
de ellos
me despojo
Para acercarme
(de nuevo)
a tu cuello
de él - me alejo
Me despojo
de poseerte (de nuevo)
De vos - me acerco
Para alejarme
me acerco
De ellos
me desojo.
Para quererte
me acerco
y me alejo
me hamaco
te ahogo
me mareo
te sueño
con tus ojos
(de ellos) el destello
de ellos con tus ojos
me alejo
me despojo
para mirarte (de nuevo).
Me saqué los ojos
los puse en el asfalto
caliente
y dos esferas
ardientes, son.
Viví en La Plata. Una ciudad cuadrada y torcida, características habituales de muchos de sus habitantes que pueden combinar ambas características o una por vez. Ahora estoy en Montevideo, una ciudad de la que me vuelvo a enamorar cada día, gracias a su Rambla y su aire de mar. Soy una Santa en Remera, alguien que vuelve sin amor por amor, una y otra vez. En este blog quizá paseen por los pensamientos que trae tanto aire viciado entre tilos, smog, diagonales y río-mar.
domingo, 30 de septiembre de 2012
I Uno
¿Qué destino tiene el beso que pudiste haber dado?
Sos una promesa sin cumplir.
Tus ojos brilan
Tu centro se estremece
Somos esa promesa sin cumplir.
Me devolviste la poesía
Me robaste la voz
Me pusiste una sonrisa,
(un vestido) y un color
Hubo risa, fuego, luz
Un baile silencioso
y vos, ahí
guardado en un rincón,
guardado en un cajón
oculto en el montón.
Sos una promesa sin cumplir.
Tus ojos brilan
Tu centro se estremece
Somos esa promesa sin cumplir.
Me devolviste la poesía
Me robaste la voz
Me pusiste una sonrisa,
(un vestido) y un color
Hubo risa, fuego, luz
Un baile silencioso
y vos, ahí
guardado en un rincón,
guardado en un cajón
oculto en el montón.
viernes, 28 de septiembre de 2012
Doce
Exposiciones en el MUME
DOCE
Luis “Pori” Ferrer y Jorge Davison se conocen desde pequeños, crecieron juntos en Mercedes y se fueron a estudiar a Montevideo. Las militancias y el pase a la clandestinidad, “guardarse” en el interior profundo del Uruguay y terminar en la cárcel, fueron los motivos por los que estos amigos se perdieron el rastro. 40 años después se reencuentran y juntan sus miradas del “adentro” y el “afuera” en Doce, uno de los Proyectos Expositivos seleccionados para la temporada 2012 en el MUME.
Por Azul Cordo
Una
preocupación aqueja a Pori: la Nación que no pudo ser. Que el
Uruguay reconozca lo que tiene y lo que le falta. En esos devenires
anda desde hace varios años; y sus ideas, reflexiones e incluso -o
sobre todo- provocaciones, las refleja en grandes papeles de embalar
y pinturas, crayolas y grafitos, con poco uso del color. Entre
algunas de estas ideas en papeles hay huecos, agujeros, “los amigos
que me faltan” y “lo que nos falta como país”.
Mientras
esperamos a Jorge, que debe cruzar la ciudad para llegar al encuentro
en el centro montevideano, en esta mañana que se puso gris y
lluviosa repentinamente -como tantas mañanas que vendrán en
Montevideo, de aquí a que termine el invierno-, Luis “Pori”
Ferrer habla, agita sus manos y respira hondo, sus ojos se han
humedecido.
Es
que recuerda. Y recordar lo moviliza. Como se movilizó desde pequeño
y luego siendo joven canalizó esos deseos e inquietudes en la
militancia. Como creció junto a Jorge: siendo “hijo de padres de
izquierda” y quedando “marcado” en su vuelta semiclandestina a
su Mercedes natal por vecinos y gente de la vuelta, que acá nos
conocemos entre todos. Y en Mercedes más.
"La guitarra es una herramienta de encuentro”
Con
una postura que simula introvertida, ella atraviesa el largo pasillo,
las manos en los bolsillos, los hombros apenas levantados y la
guitarra que le cruza la espalda y se le asoma por detrás. Su pelo
está recogido y apenas cae en suaves rulos. Tiene mirada firme y la
voz grave (aunque eso lo sabremos, sobre todo, cuando cante y ruja
sus versos). Lleva jeans anchos y championes. Está dispuesta a
ayudar, a colaborar, a cantar. Y con cantar se propone cambiar. Es
Pata Kramer.
Registro de resistencia
Nota publicada en La Diaria (27/09/2012)
Registro de
resistencia
Jorge
Tiscornia tomó las únicas fotografías que existen desde el
interior del penal de Libertad cuando funcionaba como cárcel para
presos políticos durante la última dictadura uruguaya; éstas se
exponen en el CDF hasta el 10 de octubre, junto con una recreación
en plano, escala 1:1, de una celda y la proyección del almanaque en
el que este fotógrafo registró hechos de su encierro que duró 4646
días.
"Es tu responsabilidad.
Es tu problema", le dijo un amigo que estaba preso como él, pero al
frente de la Comisión de Fotografía en el penal de Libertad (o
EMR1).
Verano de 1985. Era una
mañana cálida y soleada de febrero cuando Jorge Tiscornia volvía a
tener en sus manos una cámara, tras perder su libertad 13 años
atrás. Todavía no había salido de la cana, pero ya habían
liberado a cientos de compañeros. Era de esperar que su turno
llegara pronto, aunque sin fecha pautada. Prácticamente un mes antes
de salir de Libertad, tenía la oportunidad de registrar durante 24
horas cómo se vivía allí, cómo era ese encierro.
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