viernes, 31 de julio de 2009

¿No lo vieron al canario, que no pisa más el bar?

(a pedido y por gusto...)

se nos fue el Canario Luna. Ya debe estar brindando, y seguro que en algún pasillo del subterfugio donde esté, ya se lo cruzó al Darno.
Al Darno lo conocí post mortem, como quien dice. Una tarde calurosa de marzo, en un barcito de la 53, entre un par de cervezas negras. En realidad, ahí me lo nombró, después lo conocí en la lectura, las fotos y el disco. Había pasado un año de su muerte en 2007.
Al Canario, no. Al Canario lo tengo junado de chiquita. Junado es un decir, porque conozco poco de su obra; pero escuché de él lo suficiente como para conmoverme cada vez que emite su voz. Emite. No "emitía". Al carajo con el pasado.
Porque el Canario cantaba "¿Nooooo lo vieron a Molina, que no pisa más el bar?", y yo tenía 3 años. Adoro mis recuerdos de esos años. Rodeados de un halo de calidez. Así, sin más. Y en mi casa de calle 3, la más linda de todas siempre, mi papá y mi mamá cantaban al Canario.
Molina, el boulevard, esta noche de recuerdos... estrofas sueltas que siempre recordé, así, salteadas, con-sentido.
Molina, se apellidaba un hombre que trabajaba con mi mamá en el Museo. Entonces, cada vez que cantaban, yo pensaba que se referían al tipo, que se iría a algún bar a perderse en la noche... o a encontrarse, no?
Pero nada que ver. Molina era un técnico del Museo, poco afecto a los buenos tintos.
Pero en mi familia, y más aún en mi vieja, hay como una práctica de estar hablando de algo y, a partir de una "palabra clave" -como se las llama ahora-, se disparaba una canción. Entonces por ahí hablaban de este tal Molina y piraban con cantar Brindis por Pierrot.

"Me voyyyy, como se han hido tantos"
"Me voyyy, me voy me vivo yendo"
puff. dos remates presentes en mi vida.
aún cuando crecí, y había olvidado quién los cantaba... siempre los llevé de amuleto conmigo, como tantos otros versos que uno colecciona como escuditos contra la amargura.

Hoy se fue, como tantos. Pero se vivía yendo. para llegar a un lugar mejor.

Qué buena la escena de la película HIT (entre paréntesis, muy buena síntesis de músicos uruguayos... ahí lo registré al Mateo... otro grande). Cuando entran a la casa del Canario los pibes que filman la peli, y el Canario les dice que bueno, que ese día la verdad no tiene ganas de hablar de la canción Brindis por Pierrot... que con gusto otro día... que justo ese día no tiene ganas.
Se acoda en su mesa, con un whisky (creo) o ginebra, en cuero, transpirado. auténtico. y les explica que no tiene ganas, mientras se cruza la anécdota de cómo llegó a cantar la canción, contada por Jaime Roos y el director de Falta y Resto.
Se ve la cara de uno de sus 3 nietos. canta alguna estrofa y les invita unos tragos a los cineastas. pero no les cuenta la anécdota. jaja. se lo guardó nomás. qué porte.

"sin embargo el que llora soy yoooo"

ahora canto. ema me avisó que se murió "el más grande". le pregunto quién y me dice el canario luna. me entristezco y empiezo a cantar, sola en la oficina, como me gusta cantar en cualquier parte. canto "el tiempo me enseñó que con los años se aprende menos de lo que se ignora/ que los amigos se cuentan con los dedos de una mano/ que la justicia tarda y nunca llega, pero es la pesadilla del culpable".

lairaira...lairalaralalairairairar¡ira... lalaralalalalalalairailairaaaaa

esas cosas me gustan del canario, también. los coros, o como le llamen en la murga. y su voz al cantar me transmitió el compás de las murgas.

"porque no tengo nada que me sobre-por eso es que yo digo que soy rico"

porque mis amigos los cuento con los dedos de una mano. porque brindo con sentimiento. porque me vivo yendo y justo ahora busco hacia dónde. porque conocí a Molina. porque caminé por montevideo. gracias canario por acercarme a todo eso. por acercarnos.

"Adiós juventud...". esa la conocí en los ensayos del grupo de teatro del Bachillerato de Bellas Artes, mientras ese pibe le cantaba a una colombina muy airosa, y desde el grupo de escenografía pensábamos qué marco darle a esos versos...

"La murga te cuenta los chusmeríos malos de 11 meses en un mes", le dice el Canario a Liliana Daunes.
"La retirada es lo más lindo de la murga. porque ahí le cantamos a las flores, los árboles, a las madres. y no hay nada más lindo que cantarle a la madre; o comparar a una esposa, una hija, con una flor...".
"La retirada es prometiendo volver. Volver con mejores perspectivas. Pero la pregunta es '¿Volverás igual que el año pasado?' ¿Volverás igual, humildemente, como llegaste?".

"Si vos le cantás a la pobreza, no podés llevar trajes de oro".

ahí va...