domingo, 3 de agosto de 2008

Limpiaparabrisas

Derecha izquierda. Derecha izquierda.
Derecha izquierda.
Derecha izquierda.
Derecha izquierda.
Así toda la tarde. Así todas las tardes. En esta esquina. Ayer y hoy con la garúa interminable que me deja las manos con costras por la piel mojada, que se seca con el frío del invierno bajo cero. ¿Cuándo vuelve el cálido y amarillo rayo de sol?
Y los mocos que chorrean. Snnn. Snnnn. Se me caen. Debe ser del agua que ayer me entró por las zapatillas agujereadas. Me resfrié. Taqueloparió. A la vieja no le gusta que yo me limpie con el trapo. Es un asco. Imaginate la gente que te ve desde los autos. Y bueh, no tengo otra cosa.
Rojo. Trabajo.
Derecha izquierda. Derecha izquierda. Derecha izquierda.
Derecha izquierda.
Una monedita.
Pocos autos. Verde.
Guarda boludo.
…Qué buena moto, che.
Por suerte no vino el Rata. Sino me saca los cinco mangos que hice y cagué. ¿Qué como sino? Ojalá se haya enfermado y no venga por unos días, así junto bastante.

Van rápido los autos sobre el asfalto mojado.
¿Qué gollete tiene que salgas a limpiar? Ta lloviendo dijo mamá. Junto algo, susurré tras el portazo.
Paró un poco el agua. Rojo. Trabajo.
Derecha izquierda. ¿Capo? Dejá. No toqués el vidrio. Tomá.
Gracias, capo. Chau.
Muchas derecha izquierda todo el día.
Mañana pinta que despeja. Los vidrios estarán manchados con gotas de lluvia.
Trabajo.

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