sábado, 1 de agosto de 2009

Purgatorio

(esto es una idea para escribir cada mes) leer un libro por mes y escribir pareceres aquí.

(en marzo, para mi cumpleaños, -me gusta ese mes, por las cosas buenas y malas: el día de la mujer, mi cumple, el fucking golpe de estado, el otoño, las calles con hojas amarillas y la maldita alergia al tilo- mi hermano me regalo un libro -uno de la lista que tengo armada por si alguien me pregunta qué quiero de regalo-) Ese libro es Purgatorio, de Tomás Eloy Martínez.

Purgatorio es, sobre todo, una historia de amor. Amor a la vida, amor a la esperanza, amor a ese ser que se conoce una vez en la vida y para siempre, antes o después de tantos otros.

Purgatorio es también nuestra historia. Es un foco de luz sobre aquellos que siguen buscando a sus amores desaparecidos por el Terrorismo de Estado, víctimas del genocidio que ocurrió en Argentina entre 1976 y 1983.

Purgatorio es decir "escribo esto ahora o nunca", porque me muero, porque creo en la vida y en cada minuto que tengo, porque mi cuerpo no se va a extinguir sin contar esta historia.

Purgatorio es la espera hacia un juicio final para los que creen... y para los que creen en otros Algo que no son un dios, es la espera donde no se espera, es la espera donde se anhela y los deseos se cumplen. Donde las personas que buscamos están y no traen otra respuesta que su amor. El amor con que se jugaron la vida por sus ideas y por estar convencidos que iban a cambiar el mundo.

Purgatorio es el diseño de mapas de todos esos mundos, ese mundo, que sabemos que es posible. Donde los seres que amamos viven por siempre en el mediodía eterno.

Purgatorio es la muestra de la fuerza de la escritura que se sobrepone a la salud en falta y se impone como fortaleza y como expresión de las ideas y sentimientos más profundos que no pueden dejar de ser puestos en palabras, de trascender en hojas impresas, en biblotecas públicas y personales, para que de una generación a otra recomendemos este libro.

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