spinettiana

Pareciera que se dan las conexiones.
Un día me llegó un mensaje de sé quién y lo tengo aún: "vive de azul porque azul no tienes domingos, riéte al final que llorar trae más frío" (un nombre que es un color). pero no recordaba cuál era la canción de spinetta que traía este fragmento, pero se acordó de mí y le pareció re loco. a mí también, y sin embargo, hasta hoy, no había buscado la letra o qué canción sería... Resulta que escucho en la radio mía de siempre, FM Universidad, que pasan la canción posteada debajo "Preciosa dama azul" y ahí empezó la búsqueda de todo, de todo para atrás. de recuerdos gratos, muy gartos. de recuerdos de esos días más allá o más acá de sus caricias, miradas y besos. de sus palabras que traspasan todo, que importan más allá de todo lo que pasó, pasa y pasará.
Resulta que la canción que contiene ese fragmento del sms que guardo y que mi celu no borró a pesar de su estado calamitoso, se llama "A estos hombres tristes". Entonces resulta que otra conexión de la cuarta dimensión me sobreviene. "A estos hombres tristes... si, por favor no dejen de amar. Y por acá no pasarán el hambre que tu sueño robó. Simplemente imaginá un alegre en este infierno. Futuros y pasados te roban el presente. Un mundo sin sopapa y a qué hora vuelve la luz?".
es decir: Divididos, desde su -hasta ahora- último disco de estudio Vengo del placard de otro, cita a Spinetta en su canción "Un alegre en este infierno" (te-ma-zo!). Disco donde también hacen cover de Despierate nena.
todos ahora en un clima spinettiano precioso, diáfano, dulce y calmo, cito la letra que contiene el fragmento del sms. gracias por hacerme conocer poesía. siempre.

A estos hombres tristes
Salva tu piel,
la ciudad te llevó el verano,
ponte color,
que al morir los hombres son blancos,
más blancos.
Que al volar sin volver,
sin volver,
que que al volar
sin volver.

Tu tienes pies
y tienes manos,
pero no se ven.
Si tus pies hoy nacieron viento,
déjalos correr.
y si tus manos con las plantas,
déjalas crecer.

Vive de azul,
porque azul no tienes domingos.
Ríete al fin, que llorar trae tanto frío,
más frío.
Que olvidar como ver.
Una vez ví que no cantabas,
y no se porque.


Si tienes voz tienes palabras,
déjalas caer,
cayéndote suena tu vida,
aunque no lo creas.

Cuanta ciudad,
cuanta sed,
y tú un hombre solo.