sábado, 20 de octubre de 2007

Historias Mínimas en Constitución

Cinco baldosas después del último escalón de la bajada hacia el baño de damas, dos piernas se asoman tras una pared. Un nene de no más de 10 años, con un jogging verde y una campera de algodón, su ropa y su cara sucias, su pelo rubio crespo, duro por la mugre y sus dientes careados, duerme en pose mortífera sobre el frío suelo de Constitución.
Parece moribundo. En verdad tiene un sueño profundo. El cansancio de una madrugada agitada. Nadie se anima a despertarlo. Quienes lo cruzan, pasan literalmente encima de él e intentan ignorarlo. Aquellos que no pueden evitar verlo, lo miran con asco o de forma despectiva. Su pose despatarrada parece la de un hombre que acaban de fusilar. Tal vez el Estado lo esté matando en vida. Media hora después adopta de a poco una posición fetal, como la de los primeros sueños en el vientre materno. Cuánta ternura que falta en este submundo.
En el descanso de la escalera, una señora espera una moneda. Viste unas chancletas grises y un batón amarronado y con flores naranjas. Lleva una bolsa de mandados vacía, pero la sujeta como si guardara un tesoro. Tiene el pelo blanco, recogido en un rodete en la coronilla. Sus ojos celestes cristalinos han perdido la pasión de vivir.
Subiendo de nuevo al piso de la estación, una silla de ruedas eléctrica, conducida por una especie de obesa kamikaze, corre una carrera desde la salida que da a las paradas de colectivos hacia los andenes. La pseudo maratón se produce porque un jubilado está parado en el puesto de la Lotería Solidaria cerca de las vías del tren, y su dueña estaba hablando con una colega en la otra punta de Constitución.

2 comentarios:

Cienfuegos dijo...

quiza el estado, y tambien la sociedad toda lo este matando en vida, cada vez que viajo en tren a constitucion y luego me tomo un subte, siento la obligacion moral de pagar ese tributo, ese impuesto que significan esas pocas monedas que alguien me pide,tengo la obligcion de pagarlo por que siento culpa de pertenecer a esta sociedad de mierda que permite estas situaciones extremas, no lo hago solo por gesto solidario...
buena entrda, un saludo!

Azul dijo...

aca tocaya yo.. estudio en el IUNA, capital.. veo que sos de la plata.. en cuanto tenga un tiempo, me leo tus cosas, veo que escribis muy lindo.
Gracias por tu comentario..
beso
Azul.-