martes, 30 de abril de 2013

"La Plata: temporal y después" (Uypress. 11 de abril 2013)

LA PLATA: TEMPORAL Y DESPUÉS

Azul Cordo

11.04.2013

La ciudad de las diagonales quedó bajo el agua. El proyecto 'perfecto' de Pedro Benoit se quebró hace tiempo, pero cuando las aguas bajaron turbias tras el temporal del martes 2 de abril, lo que quedó al descubierto fue la negligencia de los distintos niveles de gobierno; la falta de reacción a tiempo en gran parte del arco político; y la solidaridad que brotó en cada baldosa y que, por unos días al menos, borró fronteras barriales, límites, diferencias.

Foto: Azul Cordo

El lunes 8, a casi una semana de la tragedia que azotó a gran parte de la capital de la provincia de Buenos Aires, su gobernador, Daniel Scioli, pronunció lo inexplicable: 'Hoy cerramos una etapa (...) las donaciones'. 'Por lo menos hasta que tengamos identificadas nuevas prioridades', agregó.
Las caras de circunspectos de los periodistas que presenciaban la conferencia de prensa hablaban por sí solas: el gobernador, ausente en decisiones concretas desde que el agua empezó a subir y hasta ese mismo lunes, daba cuenta de la escasa planificación y organización de su gestión durante la primera semana tras las inundaciones en La Plata.
Y antes.
'Vamos a abrir ahora un impasse hasta que, con el relevamiento que estamos llevando adelante casa por casa, en escuelas y hospitales, vayamos identificando las nuevas necesidades que puedan surgir'. Así, Scioli (Frente para la Victoria) pretendía frenar la ayuda que corría por las rutas de todo el país y pretendía que las personas no donaran más, hasta que definieran 'nuevas necesidades'.
Quizá el gobernador no había escuchado las radios locales durante el domingo, que ya avisaban que desde los distintos centros esaban 'abarrotados de ropa' pero que les faltaba hipoclorito, frazadas, calzado y agua mineral. Si hubiera sintonizado el 'dial social' hubiera sabido que estas eran nuevas necesidades.
Como también, si hubiera escuchado en radios (o podría haber caminado cualquier cuadra que tuviera un club social, un centro cultural, una parroquia) que se necesitaba transporte para acercar las donaciones, quizá hubiera podido destinar las camionetas oficiales para transportar esas ropas y abrigos y alimentos no perecederos hasta barrios infinitos, fuera del cuadrado perfecto que trazó Benoit, que constituye a esta ciudad inaugurada en 1882.
Pero se ve que no sintonizó bien porque, en lugar de tomar estas medidas concretas, durante la conferencia de prensa optó por anunciar que desde el área de Cultura de la provincia enviarían libros para 'reconstruir las bibliotecas' que se perdieron bajo el agua aceitosa que penetró las casas. Además de destacar como logros de gestión algunas obras de infraestructura realizadas en las localidades bonaerenses de Lomas de Zamora y de La Matanza.
El otro que escuchó tarde el llamado fue el intendente platense, Pablo Bruera (FPV), quien echó a su equipo de prensa luego del episodio por un tweet que anunciaba que estaba visitando a las personas damnificadas, cuando todavía estaba en Brasil de vacaciones.
Recién el lunes 8, Bruera pidió al Concejo Deliberante de la ciudad que conformara una comisión investigadora que debe aportar en 40 días 'un primer diagnóstico técnico'.
El intendente pide este diagnóstico cuando desde la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), el Departamento de Hidráulica ya había advertido en 2007 que 'para tormentas muy menores el desagüe pluvial necesitaba mejoras'.
Desde Hidráulica advertían sobre 'la ausencia de adecuados desagües para tormentas más bajas que den la posibilidad de una evacuación más rápida'. 'Proponíamos para tormentas que se repitan cada cinco años, medidas que podían tener buenos resultados, pero para estas tormentas super extraordinarias no se puede evitar esto', indicó uno de los ingenieros a una radio local.
Entre otras sugerencias se propone liberar las zonas paralelas a los arroyos, movilizando las viviendas precarias a mejores lugares. Por ello también se alertó sobre el error que significaría volver a construir las casas destruidas que se llevó el agua en el mismo lugar.
Los rumores de renuncia del mandatario local suenan fuerte por estas horas en la ciudad; sin embargo, él lo desmintió y sostuvo: 'Estoy convencido de que si mi nombre pudiera servir para paliar un milímetro el dolor de alguien, estaría a disposición, pero estoy convencido de que poner en crisis institucional a la ciudad sería ponerla en un lugar donde se alejaría del rescate, el sacrificio y la solidaridad y de ponernos de pie'.
Tanto Scioli como Bruera se remitieron a echarle la culpa al cambio climático, a lo imprevisto de los 300 milímetros que cayeron en un par de horas y a que el Servicio Meteorológico Nacional no había emitido un alerta. No pusieron el acento en el boom inmobiliario que dejaron hacer por toda la ciudad, con sus napas atravesadas por afluentes del entubado Arroyo Maldonado.

Bajo la alfombra
La cifra de muertos se convirtió en un 'Trend Topic' entre los platenses que, intentando superar el dolor de perder cuestiones materiales, dialogaban con sus vecinos sobre las pérdidas humanas en el barrio. En cada barrio. En sus casas, en las calles. Y en los hospitales.
Después del silencio profundo en el que estuvo sumida la ciudad miércoles, jueves y viernes, donde incansablemente las familias y amigos sacaban a la vereda muebles, colchones y cosas que no se podían rescatar (fotos, papeles, ropa), y otros intentaban 'dar una mano' en los centros de evacuados y donde se juntaran donaciones, el fin de semana se empezó a hablar con más fuerza sobre los fallecidos.
Y las cifras no daban.
Mientras desde el gobierno provincial el número se cerró en 51, en las calles se contaban por decenas los vecinos y vecinas que habían fallecido durante el temporal.
Y faltaba sumar a los pacientes de terapia intensiva del Hospital Español, que sufrieron el corte de luz durante horas; así como los bebés en neonatología del Hospital de Niños; sumado a sótanos inundados e insumos -que suelen ser escasos- perdidos.
Y faltaba sumar a los cuerpos que se encontraban en la morgue del Cementerio platense, que ya el viernes 5 eran cerca de 90, extraoficialmente.
El criterio del gobierno de la provincia fue cerrar en 51, aunque algunas cifras llegan a 200, porque optó por contar los 'judicializados', específicamente los que contabilizó la policía.
Ante esto, el Colectivo de Investigación y Acción Jurídica (CIAJ) presentó denuncias por la muerte de dos personas, sumado a que el juez Luis Arias actuó de oficio y sumó otros tres fallecidos a la lista.

Parte de lo rescatado en casa. Foto: Azul Cordo
Solidaridad gestionada
Un detalle nada menor que llamó la atención a medida que las donaciones llegaron de todo el país, fue que los envíos desde el gobierno nacional -que se cargó al hombro la provisión de agua, hipoclorito, colchones y alimentos, en particular- quedaron bajo la gestión de la agrupación juvenil kirchnerista 'La Cámpora'.
Y esta manejó el envío de donaciones teniendo como centro de operaciones la Facultad de Periodismo de La Plata, situada en el Bosque platense. Desde allí salían camiones a discreción, aunque fue muy cuestionado por varias personas que se acercaron al lugar el hecho de que podían quedarse siendo parte de la cadena humana que entraba los cientos de kilos de comida si aceptaban ponerse la pechera de La Cámpora.
Pero así como la indignación ganó a varios que se dieron una vuelta por la Facultad o por otros locales partidarios, kirchneristas o de izquierda, también se optó por seguir ayudando en otros lugares de acopio: centros culturales, la Cruz Roja, sedes de la Red Solidaria, parroquias, clubes.
Así también, la ayuda llegó de todos lados, literamente. Como el bombero voluntario de Salta que vio en la tele las imágenes y, acostumbrado a socorrer en los aludes de esa ciudad, viajó en ómnibus hasta Buenos Aires, y de la terminal de Retiro se tomó un tren en dirección a La Plata y se bajó en la estación 'Tolosa' que era el nombre de uno de los barrios afectados que más había aparecido en pantalla.
O como profesionales de Psicología que se dedicaron a dar atención en Salud Mental en distintos centros de evacuados; los y las trabajadores sociales que están recabando datos por los barrios; los estudiantes de Química que fabricaron alcohol en gel casero; aquellas personas que se acercaron a la casa de la abuela de Plaza de Mayo, Chicha Mariani, que perdió gran parte de su archivo personal que ya ayudó a encontrar nietos y aportar datos en la justicia sobre desaparecidos.
En La Plata se recuperará el ritmo de ciudad universitaria y administrativa en las próximas semanas, pero no será fácil borrar las marcas de entre uno y dos metros de agua en los frentes de las casas, ni en la memoria de sus vecinos y vecinas.

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