Viví en La Plata. Una ciudad cuadrada y torcida, características habituales de muchos de sus habitantes que pueden combinar ambas características o una por vez. Ahora estoy en Montevideo, una ciudad de la que me vuelvo a enamorar cada día, gracias a su Rambla y su aire de mar.
Soy una Santa en Remera, alguien que vuelve sin amor por amor, una y otra vez. En este blog quizá paseen por los pensamientos que trae tanto aire viciado entre tilos, smog, diagonales y río-mar.
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